¿Qué son los ultraprocesados?
Los alimentos ultraprocesados (UPFs) son productos diseñados en la industria con múltiples ingredientes que no encontramos en una cocina casera: saborizantes, colorantes, emulsionantes, conservantes, harinas refinadas, azúcares añadidos, aceites refinados, entre otros.
Son prácticos, sabrosos, atractivos a la vista y muchas veces se presentan como “saludables”… pero la ciencia es clara: un mayor consumo de ultraprocesados está relacionado con más enfermedades y menos calidad de vida.
¿Por qué son un problema?
No se trata solo de “comer mucho azúcar” o “comer mucha grasa”.
Los riesgos vienen de la combinación de factores:
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Exceso de azúcar, harinas refinadas y aceites de baja calidad.
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Aditivos químicos que alteran nuestra microbiota y aumentan la inflamación.
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Procesos industriales intensivos que cambian la estructura natural de los alimentos.
El resultado es un producto barato, con larga vida útil y altamente palatable, pero que desconecta al cuerpo de la saciedad natural y sobrecarga nuestros sistemas metabólicos.
Lo que dice la ciencia
Estudios recientes muestran asociaciones consistentes entre ultraprocesados y:
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📈 Mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
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🧠 Más depresión y ansiedad (ej: estudio SUN, España 2019).
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🧬 Mayor riesgo de cáncer: un estudio francés halló un 12% más riesgo de cáncer por cada 10% de aumento en ultraprocesados en la dieta.
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⚰️ Mayor mortalidad temprana: un metaanálisis con más de 1.2 millones de personas concluyó que quienes más consumen ultraprocesados tienen un 15% más riesgo de muerte prematura.
Los “saludables” que no lo son
Aquí está la trampa: muchos ultraprocesados se venden como “fit”, “keto”, “veganos” o “sin gluten”. Pero si cumplen la clasificación NOVA de ultraprocesados, igual conllevan los riesgos.
Ejemplos comunes:
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Barras de cereal “energéticas”.
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Galletas y snacks veganos procesados.
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Bebidas “light” con edulcorantes.
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Cereales “fitness” o “integrales” cargados de azúcar y aditivos.
👉 Que un producto sea vegano, bajo en grasa o sin gluten no lo hace natural si está lleno de ingredientes industriales.
¿Qué elegir en cambio?
En El Buen Mercado creemos en volver a lo real:
✅ Alimentos mínimamente procesados: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos.
✅ Pan y harinas integrales en lugar de refinados.
✅ Charcutería artesanal sin nitritos en lugar de embutidos industriales.
✅ Aceites prensados en frío y no recalentados en lugar de frituras.
La regla práctica es simple:
Mientras menos intervención humana, mejor.
En resumen
Los ultraprocesados son convenientes, pero el costo oculto es nuestra salud.
Reducirlos disminuye el riesgo de obesidad, cáncer, depresión, diabetes y enfermedades cardíacas.
Tu cuerpo agradece los alimentos que se parecen más a lo que la naturaleza diseñó y menos a lo que salió de una fábrica.
💡 Tip práctico: Si la lista de ingredientes de un producto parece un “experimento químico”, no es para tu mesa.
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